miércoles, 14 de diciembre de 2016

Seis tips para alegrar platos veganos.

¡Hola a todes!

Hoy os traigo seis tips para alegrar la comida vegana que espero os gusten. Me he quedado con ganas de algunos más, así que no dudaría en hacer una segunda tanda. Pero, de momento, voy a explicar un poco el porqué de este artículo.

Muchas personas suelen pensar que les veganes comemos de una manera sosa, con carencias nutricionales, que sólo “comemos lechuga”. Existe un concepto tan básico del veganismo a causa -entre otras cosas- de la sobredosis de origen animal en los platos comunes. ¿Hacemos pasta? Ponle carne picada. ¿Hacemos pizza? Ponle queso hasta que te salga por las orejas. ¿Hacemos ensalada? Ponle atún, palitos de cangrejo... Y así podríamos estar hasta mañana, enumerando platos que fácilmente podrían ser veganos sin esa añadidura constante de carne, lácteos, huevos, etc. Desde pequeñes aceptamos que, en nuestra dieta, debe haber carne en casi todos los platos. Que no hay problemas de salud ni de nutrición en una dieta a base de bocadillos de embutido, yogures y hamburguesas. Y, más tarde, los medios nos deben recordar que, de vez en cuando, deberíamos comer algo de fruta y verdura para no padecer de carencias nutricionales.

En realidad el veganismo, en su estadio alimenticio, acoge una variedad increíble de platos y productos, y he de decir que nunca había comido tan bien y tan variado como desde que soy vegane. He descubierto no sólo infinidad de verduras, legumbres y más alimentos básicos al igual que platos deliciosos, sino que he sido capaz de analizar mi rechazo a este tipo de alimentos. Al comer carne, se me hacía difícil cambiar y aceptar otras opciones. Teniendo la elección de comer salchichas, ¿por qué iba a querer verduras? 
Todo está tan manejado para que su sabor sea excepcional, que cómo iba a querer en su momento brócoli si tenía carne llena de hierbas aromatizantes y salsas divinas (de origen vegetal casi todas, por cierto), por qué iba a prescindir del queso (con su correspondiente ingrediente adictivo, gracias caseína), cómo y por qué iba a dejar de tomar natillas, helados, chucherías ricas en grasas, gelatinas y azúcar del más malo (y el más dulce), bollería con grasa animal hasta en el plástico que la envuelve, embutidos enriquecidos con mil especias, nachos, kikos, patatas de bolsa y otros snacks bien llenitos de aditivos adictivos (os juro que el juego de palabras no ha sido intencionado)... etcétera.

Saliendo del terreno de lo personal, la sociedad acostumbrada a una dieta omnívora (productos de origen animal y vegetal) suele creer que los platos veganos son aburridos, pero eso es porque no se conoce (bastante intencionadamente por parte de quién lo pretende) la cantidad no sólo de alternativas que existen, si no de los propios ingredientes comunes que se pueden aprovechar para crear combinaciones únicas y deliciosas. 

Mi propósito de hoy va dirigido a personas tanto veganas como para las que no lo son. Quiero compartir con vosotres seis tips que pueden ayudar a añadir motivación a vuestros platos del día a día en el veganismo, ya sea para experimentar y comenzar a aprender a hacer recetas veganas como para no aburrirse de la cocina. Allá vamos:
  1. Agregar chía a desayunos y meriendas.
Esta semilla, de gran aporte nutricional gracias a las necesarias cantidades de hierro y Omega3, tiene además la capacidad de convertir tus comidas en súper-desayunos y meriendas. Puedes agregarla en sopas, batidos, yogures… 

Los smoothies, tan de moda como están, son el plato perfecto para agregar este ingrediente cuando tienes algo de prisa por las mañanas. He de decir que no conozco mucho sobre el tema detox, pero esta receta da bastante de sí, se pueden agregar varias frutas y semillas para tener distintos sabores cada día.

  1. Pastas y arroces, porfavor.

Los platos de pasta son una ocasión única para demostrar la originalidad y versatilidad que puede llegar a existir en un solo plato vegano, puesto que tenemos multitud de opciones para ello: tanto si es en ensalada como en variantes típicas, podemos optar por soja texturizada con queso vegano en la boloñesa, o nata vegetal con beicon de seitán en la carbonara, además de la salsa pesto adaptada (sin queso o con queso vegan). ¡Las opciones son inmensas! Con el arroz pasa lo mismo. Aquí y aquí encontraréis bastantes recetas suculentas para no aburriros.




  1.  La palabra clave es “aguacate”.
Yo, personalmente, no puedo sobrevivir sin esta fruta. Su textura carnosa, su color tan vivo, su sabor tan apetitoso…

Descanso de cinco minutos para ir a por uno 

Esta fruta nos otorga versatilidad suficiente como para ser utilizada en diversos platos. Uno de ellos podría ser guacamole, tan fácil de hacer en casa. Otra opción son las salsas que se pueden hacer para arroces y pastas, licuando el aguacate con ajo picado y zumo de limón (la misma receta que para hacer hummus, pero sin comino). También las ensaladas, tanto de lechuga como de legumbres, dan la bienvenida a este regalo del mundo y complementan perfectamente estos platos tanto en sabor como en equilibrio nutricional.




  1. Embutidos veganos
Una alternativa a la carne en los platos es, sin duda, la de los embutidos veganos. Fácilmente hechos a mano en casa, o comprado en tiendas especializadas, el surtido va desde el fuet hasta el chorizo, y ayudan mucho a la hora de picar y de crear meriendas y desayunos rápidos. Una idea puede ser agregar chorizo vegano casero a cocidos como las lentejas o merendar un ligero sándwich de longaniza vegana con tomate (no entraré en la batalla de cómo se sirve este tomate sobre el pan, sólo diré que nací en Catalunya). El chorizo es especialmente fácil de hacer en casa, ¿por qué no probarlo?
  1. Frutos para todos los gustos
No podemos olvidar lo importantes y necesarios que son los frutos en una dieta vegana, puesto que aportan nutrientes esenciales como vitaminas o potasio. Añadir frutos secos a cremas o ensaladas ayuda a aportar nutrientes que, de otro modo, quizás no tomaríamos (como el ya mencionado omega3 en las nueces o las semillas de lino). Pueden también formar parte de salsas para pasta e incluso para tortillas sin huevo (como el caso de los piñones en las tortillas de espinacas).Las frutas también son nuestras aliadas en cuanto a lo que alegrar platos se refiere. No sólo de macedonias podemos tirar, puesto que tenemos a nuestra disposición posibilidades como los batidos o helados de zumo para los calurosos meses veraniegos. También podemos mezclar frutas con yogures de soja u otros productos o incluirlas en bizcochos, pasteles y otros dulces.

  1. Probar con gastronomía internacional.
¿Has probado a cambiar los ingredientes de platos comunes? Tacos, ramen, arroz tres delicias… Todos estos platos pueden ser, de manera creativa y fácil, veganos sustituyendo los ingredientes de origen animal. En el caso de los tacos se puede utilizar soja texturizada o seitán con salsa picante. Probando los fideos orientales, es fácil con pasta que no lleve huevo y caldo vegetal como el teriyaki hecho en casa y setas shiitake. El arroz tres delicias es especialmente curioso puesto que se le pueden añadir guisantes y zanahorias de la receta original, junto a tortilla sin huevo y productos como gambas veganas. 

Tampoco olvidemos la experimentación culinaria, amigues. Añadir hierbas y especias como perejil, cilantro o albahaca a sopas y estofados reaviva el sabor, así como a guisos y fritos, croquetas o hamburguesas. La sal negra es un perfecto sustituto del huevo en cuánto a sabor, también.  Probad a sustituir productos de origen animal en platos comunes, os sorprenderéis.

Espero que os hayan gustado los tips y, sobretodo, ayudado. Todo aquello que necesitéis en cuánto a información sobre veganismo no sólo en alimentación si no en otros ámbitos como vestimenta, zoos y acuarios, circos, antitauromaquia, productos no testados, activismo, eventos y más cosas no dudéis en pedirme información sobre el tema, estaré encantade de informar y ayudar en lo que pueda.

A.